26 noviembre 2013

(261) Ejercicio específico para futbol-base ( 7-11 años) y articulo con mi opinión


En el fútbol base una planificación especifica del portero no puede ni tiene que ser anual, tiene que ser a más largo plazo e ir cumpliendo etapas en función de las demandas del juego, ya que van cambiando conforme crecen los niños, el espacio, el balón, su fuerza, su talla, sus recursos cognitivos, etc. ¿O acaso hay mucho juego aéreo en benjamines e incluso alevines? Si los niños no levantan el balón del suelo con sentido prácticamente casi nunca, lo que hay es situaciones de área con balón raso o botando como mucho, algún golpeo de fuera y poco más. Por eso, todo pasa por analizar el juego según las edades y luego valorar qué se le debe demandar a los niños porteros siempre en función de su desarrollo psicomotriz, es decir, tanto a nivel cognitivo como motor, y es que calcular trayectorias, velocidades, espacios, etc. es una exigencia para el cerebro muy alta, y hasta que el niño crece y entrena mucho es muy difícil, además pensando que el balón pesa y en muchos casos es más grande que la capacidad de las manos del niño portero. Siendo así, los niños porteros como más se lesionan son con traumatismos con el propio balón. Es lo que hay. Además, que los niños están continuamente creciendo, especialmente en edad prepuberal, por lo que el cerebro y todo el sistema nervioso central está en continua evolución, así que exigirle como a un adulto carece de total sentido, en mi humilde opinión, sobre todo cuando el niño crece muchísimo en poco tiempo, las neuronas y las unidades motoras de los músculos digamos que aún no caminan de la mano, así que los desajustes psicomotrices estarán a la orden del día, pero es que tiene que ser así. El cuerpo tiene que reajustar todo en tan poco tiempo como en el que ha crecido, además la masa muscular se hace más grande y fuerte, cambian muchos parámetros. Todos esos cambios se notan en el entrenamiento y la competición, porque el cerebro tiene que hacer, digamos, un mapa de carreteras nuevo y comprar el coche adecuado para llegar cuanto antes y con seguridad a todos los sitios. 
Por otro lado, el niño pasa por varias etapas en cuanto a la percepción de lo que lo rodea. Cuando empieza a jugar él es el centro del mundo, los aciertos, errores, etc. son suyos y como tal asume éxitos y fracasos. No es hasta cierta edad, pasados los 10, sobre los 12 o así, cuando el chico tiene sentido de equipo, de la globalidad, que los fallos son de todos o que un error individual perjudica en cierto modo al colectivo, pero que es igual de cierto que el error tiene y puede ser arreglado por otro miembro del equipo. Entonces, un niño de 8 ó 9 años, que encaja un gol, lo hace por su culpa, él no ve que ha habido un fallo anterior de los compañeros. Igual percibe el balón muy grande y le tiene miedo ¿por qué no? sus manos no dan abasto para blocar, de modo que es posible que con ese niño pues haya que trabajar mucho los desvíos para que se sienta bien, cómodo, con seguridad y competente. Y pienso que ese contenido ya queda trabajado para seguir con la planificación a largo plazo con otros contenidos que su desarrollo natural le van a permitir trabajar con el paso del tiempo. Así de sencillo y de difícil es el puesto de portero a estas edades. 
De hecho, con los niños no hago “juego aéreo”... se hacen cálculos de trayectorias con diferentes móviles, y no tienen que blocar, sólo con que el balón pase por un aro o quede en un cono, etc. (engañarles con juegos y que estén divirtiéndose, pero en realidad les estas trabajando el cálculo de trayectorias para que el cerebro se acostumbre a medir las distancias para mas adelante). Ya habrá tiempo de trabajar técnica cuando la mano sea más grande con respecto al balón y el portero sepa calcular correctamente, de lo contrario, creo firmemente que se está frustrando al portero, por no calcular bien y por blocar peor.
Pienso en largo plazo en el trabajo específico con niños, que igual en dos o tres años no hay por qué trabajar un contenido concreto por dos motivos fundamentales: el juego no lo demanda y el niño no está listo psicomotrizmente. Pienso que hasta cadetes no hay que trabajarlo todo. Desde benjamines/alevines, se va trabajando cosas que hacen falta como que el portero aprenda saber caer al suelo sin riesgo de lesión, poner las manos correctamente, etc., y cada 10 meses (temporada) se va sumando conceptos nuevos, para llegar a eso, a una planificación de unos 4-6 años en los que el portero llega a cadete manejando todos los conceptos del juego, mejor o peor, pero manejándolos. 
Y para finalizar diría que “ El que quiera un campeón en la familia, entrénese…mientras tanto, deje que su hijo juegue y entrene feliz” .
 
 
 

1 comentario:

  1. Me gusta mucho el articulo y el ejercicio. BIEN LAUREANO. Lo trabajaremos.

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